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—<—36nae lo aliments y 61 enseflara 4 su Padre las Nagas que sufrié; y ho negando nada el Padre al Hijo, ni el Hijo 4 la Ma- dre, tampoco la Madre negaré nada al pecador, y asi este ser4 salvo. (1). Habia ya) ‘manifestado Marfa Santisima, mas de ro vez que su corazon encerraba una solicitud maternal hacia los hombres. {Qué otro motivo, sino el mirar por su bien es- piritual y temporal la movié 4 ir 4 visitar 4 su prima, ape- nas supo que Dios la habia mirado con ojos de piedad? (2) jQué otro objeto se propuso cuando en Cand de Galilea se” hizo la intercesora dé los menesterosos? (3) ;Qué milagros tan estupendos de la gracia se hicieron en la pri estas ocasiones con la presencia de Marfa! iQué ensalzado fué el Seiior y qué socorridos se vieron los hombres en la segunda! De esta manera habia descubierto la inmacula- da Sefiora cuan profundamente la movian 4 compasion las miserias humanas: pero, que Maria amase 4 los que creen ~ en Jesus con el mismo amor que tiene 4 este: que demos- trase al pecador toda la solicitud maternal que tuvo para _ con su Hijo, cuidando de la vida espiritual del primero, como cuidé de la temporal del segundo. ;Ah! Era este el arcano del amor que encerraban en su seno los corazo-— nes de tal Hijo y de tal Madre, y que Jesucristo quiso pu- blicar con sus propios labios, escogiendo para hacerlo el momento mas 4 propésito para que jamds cayese en olvido. Porque jc6mo se ha de olvidar la madre del hijo tierno que ha Ilevado en su vientre? Y amando Marfa con carifio y ters (1) Pater nihil negabit Filic petenti: Filius nihil negabit Matri po ti: Mater non negabit peccatori petenti. Div. Bern. in depre- cat. ad Virg. (2) Lue. cap. 1. v. 39. (8) Joan. cap. 2, v. 3.
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