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sii + heaiy? iidoaiel Corazon:she Maria, que no ha sido criado sino para amar 4 Dios, y lo ha amadocon una intensidad inexplicable desde que dié'su primerlatido vital. Existe delmistno modo una inefable paridad entre la dignidad a ‘que habia de ser ensalzadala Virgen y el amor que la cor- respondia: y siendo aquella infinita, iquién puede medir la extension del amor que corresponde 4 un corazon, que ha de poseer como cosa suya en el 6rden de la naturaleza al bien sumo ¢infinito? (1) No hay entendimiento criado cuya vista llegue 4 los términos, donde alcanza el amor de Maria 41a Divinidad: porque en el primer instante de su existencia aventajé 4 todos los serafines, y cada mo- mento de su vida fué un nueve acto de amor de Dios, que fué creciendo hasta que. toed 4 los limites de los in- - finito, Ilegando al solio mismo de la Divinidad. (2) ;O alteza y sublimidad incomprensible del amor de Maria! No es infinito por esencia y naturaleza por ser amor de una pura ¢riatura, y sin embargo no hay potencia cria- da que lo abarque, porque no cabe sino dentro de Dios, que quiso encerrar su igmensidad en el seno puri- — simo de Marfa (3). Debe esta consideracion producir en nosotros, una profunda veneracion al Corazon de Marfa, mirdndolo (1) Beata Virgo Maria ex hoe, quod est Mater Dei, habet quam- dam dignitatem infinitam ex bono infinito, quod est Deus, Div. Thom. 8. p: quest. 26. art. 8. (2) Meritorum verticem super omnes Angelorum Choros usque ad- solium Deitatis evexit. Div, Gregori. Mag. in Reg. lib. 1.° cap. 1.° (8) Mira res, in qua sublimi contemplor Mariam locatam. Nihil est quale Mari#: nibil, nisi Deus, majus Maria. Div. Anselm. Or. 2° ad S. Virgin.