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~~” - OLE ‘alma tenebrosa, la direccion de mi camino, lafuer- za de mi debilidad, las riquezas de mi desnudez, la medicina de mis llagas incurables, el pafio de mis lagrimas, el fin de mis lamentos, y la esperan- za de mi salvacion.”’ (in Encom. Deipar.) “Tt eres nuestra proteccion, la decia uno de nuestros mas gloriosos obispos, t@ nuestro tinico refugio, nues- tro remedio, nuestro asilo, y s corro. Como corren los polluelos 4 esconderse bajo de las alas de la ga- llina, cuando vuelan sobre ellos los milanos, asi nos escondemos nosotros bajo de la proteccidn de tus alas: pues no sabemos mas refugio 3 tu per-. sona.” (Div. Thom. 4 Villanov. Cone. 3" de Nat. Virg.) : VE Esta es la doctrina de la Iglesia, la cual nos viene desde los Apdstoles, y nos la han transmitido en toda su integridad los Santos Pa- dres: yera tan grande la esperanza que 4 estos inspiraba el tierno y maternal Corazon de Maria, que San Bernardo dice estas palabras” j;Ah Se- fora beatisima! si alguno hay que te invocd, y no lo oiste, calle tus misericordias. Porque nos- otros tus siervos nos congratulamos contigo, cuando consideramos las otras virtudes: mas cuando pensamos en tus misericordias, nos damos el parabien 4 nosotros. Alabamos tu virginidad, admiramos tu humildad: pero tu misericordia es dulcisima para los miserables, y la abrazamos con mas ahinco, la recordamos mil veces, y la in- vocamos muy 4 menudo: porque es esta la que obtuvo la reparacion del mundo, y nos alcanz la salud.” (Hom. V. sup. Missus est.) ‘‘;Quién, aiia- ef Ala

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