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asia «que de gozar lo que poseemos. ;Cudnto mayor no serd el go- zo de una madre, cuando estrecha entre sus brazos al hijo ‘que creyera perdido para siempre, y que ha recuperado sacrificdndose 4 mil angustias y trabajos? ;Con qué com- placencia lo mira! ;Con qué solicitud lo dda! {Qué dulce es en sus palabras, qué ardiente en’ sus afectos, y que— tierna en las miradas hicia el hijo, no ae de su amor, sino de su dolor! Esto es lo que vemos cada dist” en pa ‘madres segun la naturaleza, y no es todo ello sino un ligero simulacro del amor benévolo’que tiene 4 las almas arrepentidas laque es madre de todas segun la gracia, pues las ha engendrado en los tormentos de su amado Hijo, y las ha dado 4 luz. entre los dolores mas.acerbos de su corazon. (1) Cuando Dios la envié una embajada, anuncifindola que la habia predestinado 4 que fuese Madre de su Hijo, la dejaba en- trever una corona que seria entretegida con mil flores de virtud, que producirfan log innumerables pecadores que por su intereesion conseguirian la gracia y la gloria. (2). Yal hacerse este mismo Dios hijo suyo, partié silenciosa- “mente con ella el imperio, para que él como Hijo fuera rey de justicia, y ella como Madre reyna de misericordia: (8) mas cuando llegé el momento de ejecutar el gran sacrificio, y se encontraron enucltos el Hijo y la Madre entre las mas to here: passione Christi omnes filii gratia filii Virginis feats sunt. rn* Sen. Ser. 65. de Pass. Dom.) oH Coronaberis de conversione et salute innumerabilinm jane rum, qui ipsius benignisimw ac misericordiosissimz Virginis Matris seg gratiam conversionis et gloriam sortiti sunt. (Dyonis. Richel, n Cant. art. 15, (8) Deipara dimidiam partem Regni Dei impetravit; ut ipsa sit re- gina misericordiw, cujus Filius rex est justiti#. (Div. Thom. in Pre. fat, Exposit. Epistol. Canon.)