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asi OF nuestra suerte en la otra vida? Prometamos pues al Se-# fior no pasar un solo dia, sin meditar en sus misericordias y darle gracias por ellas, pues esto nos interesa infinita- mente mas que todos los bienes terrenos. ° * tifa MOMAXERME OU OGe: 8 Lo mismo respe¢tivamente acontece en el conocimiento y amor de Jesucristo, que en‘el de nuestros amigos, a quienes amamos tanto mas, cuanto mas los tratamos, pues conocemos mas y mas la bondad de su corazon. Si todos los dias trat&semos con Jesucristo en la oracion jCuanto— + lo conocerfamos? Y conociendo su bondad, ;Cuanto lo ama- riamos? AFECTOS.. jAh amantisima madre Maria! Ahora comprendo el por qué de aquel incendio de amor inmensurable que tuvo tu corazon 4 tu Hijo'sacratisimo. Meditabais sin cesar en sus obras y palabras, y de la consideracion salia siempre y se aumentaba el deseo de identificarte con él, y no da-— bais un solo respiro que no fuese una sacta de amor, que saliendo de tu corazon iba & parar al de tu Hijo. Me con- sidero enteramente desprovisto de virtud, porque no prac- tico lo mucho que pudiera aprender en la escuela de tu corazon, ni ejecuto lo que el cielo me inspira siempre que contemplo tus virtudes. Ta pues, que eres nuestra vida, nuestra esperanza, y nuestro consuelo, alcaénzame la gracia para que mi corazon sea generoso, para amar 4 tu Hijo, y constante para obrar el bien. Amen. Oraciones y demds como el primer dia.