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— 41— en el altar y se coloca en un extremo de éste, en el lado de la Epístola, y allí descubre la parte supe- rior de la Cruz cantando: Ecce lignum Crucis, y siguen los ministros sagrados: In quo salus mundi pependit. Y a continuación, poniéndose de rodillas todos los que están de pie, todo el coro canta : Venite, adoremus. Avanza un poco hacia el medio el sagrado cortejo, descubre el sacerdote el brazo derecho de la Cruz, la levanta un poco y canta con la voz algo más elevada lo mismo que antes y con las mismas ceremonias. Por último, se colocan el sacerdote y sus acompañantes en me- dio del altar y descubre del todo la Cruz ; y soste- niéndola en alto canta con voz más elevada toda- vía que la segunda vez y con las mismas ceremo- nias el Ecce lignum Crucis... que en castellano quiere decir : He aquí el madero de la Cruz. — En el cual estuvo pendiente la salvación del mundo (Jesucristo). — Venid, adorémosle. La Cruz se descubre en tres veces, dice Duran- do, porque Cristo crucificado fué predicado poco a poco; primeramente a los judíos, después a al- gunos gentiles y, por último, a todas las naciones. Descubierta la Cruz, se coloca sobre un tapete en el suelo y comienza su adoración. Esta cere- monia practicábase en el siglo 1v, solamente en la iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén, porque allí se guardaba la verdadera Cruz, la cual se ex- ponía a la adoración de los fieles. Mas de aquí pasó esta ceremonia a todas las iglesias de Occi- dente, es decir, de Europa. La Cruz siempre es

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