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— 23 — donde se consagra el Santo Crisma. El Arcediano pide en alta voz los óleos que deben consagrarse, di- ciendo : Oleum ad sancitum Chrisma; el óleo para confeccionar el Santo Crisma. — Oleum Catechu- menorum ; tráigase el Óleo de los Catecúmenos. Entonces el Obispo pone incienso en el incensario y lo bendice. Los doce presbíteros, los siete diá- conos, los siete subdiáconos, y cuantos ministros inferiores sean necesarios, todos revestidos de sus correspondientes vestiduras sagradas, van al lugar donde están depositados los vasos o ánforas del óleo para consagrar. Tomadas las ánforas se for- ma la procesión, y el sagrado cortejo reaparece y avanza con solemnidad hacia donde está el Pontí- fice, en la forma siguiente: primero, la Cruz en- tre dos acólitos con ciriales y precedida del turife- rario ; siguen después por su orden todos los mi- nistros sagrados, que no llevan las ánforas, en dos líneas. Un subdiácono es portador del vaso que contiene el bálsamo ; cada una de las dos ánforas del óleo o aceite es llevada por un diácono, que la cubre con un velo humeral. Durante la procesión dos o más cantores entonan el siguiente himno, cuyas primeras palabras son repetidas por el sa- grado cortejo después de cada estrofa. Y. O Redemptor, su- Y. Oh Redentor, -aco- me carmen temet con- ged benigno los cantos de cinentium. este coro que os celebra. Y. O Redemptor, re- Se repite el Y. petitur a choro. É h | t hi | é í É