BCCPAM000360-3-19000000000000

— [Il — la Cruz de Jesucristo nos fué abierta de nuevo. He aquí por qué las puertas de la iglesia son ce- rradas y así permanecen hasta que se dan en ellas unos golpes con el pie de la Cruz que se lleva en la procesión, pues solamente por la Cruz se nos abrieron las puertas del Cielo. — Los cantores que se quedan en lo interior del templo y que cantan el himno «Gloria, laus et honor... Gloria, ala- banza y honor...» representan a los santos ángeles que habitaban en el cielo y cantaban las alabanzas divinas antes de que se abriesen sus puertas para el hombre. — Tales son las admirables enseñan- zas que la Iglesia nos da, bajo el simbolismo de las ceremonias que tienen lugar en este día. Acudamos, pues, a estas sagradas funciones con devoción y animados de un verdadero espíritu de fe, para que así como las turbas creyentes de Judea salieron al encuentro de Cristo y extendie- ron por el suelo sus vestidos juntamente con ra- mos de árboles, para que Jesucristo pasase por encima de ellos, así nosotros, con la gracia de Dios, le preparemos el camino de la fe de tal ma- nera, que, apartada toda piedra de escándalo, re- verdezcan nuestras obras con los frondosos ramos de la justicia (es decir, de la santidad). Así nos haremos dignos de seguir las huellas de Jesucristo, que son huellas de humildad, de esa virtud tan amada por Él, y de la cual revestidos hemos de salir a recibirle, imitando la sencillez de aquel pueblo que con ramos en las manos y cantando el Hosanna Filio David salió a recibir a su Rey en su triunfal entrada en Jerusalén.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz