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ligiosa de éste y... no cedió jamás ante la espada desnuda del soldado. Este fué un escándalo para el indio en el punto que nos ocupa; su ejemplo afirmó en su conciencia las ideas humillantes res- pecto de la mujer; y como la guerra de Arauco, durante 250 años, produjo la muerte de tantos - hombres, y acentuó el desequilibrio numérico de que antes hablaba yo, con las mujeres, ved aquí al indígena empedernido polígamo por su idiosin- crasia propia y por el escándalo de los que creían en el Dios que el misionero les predicaba. Y... ¡¡Ojalá que ahora no tuviera el indio ante sus ojos el mismo escándalo dado por los que lo alcoholizan, lo explotan y, a veces, representan ante él la autoridad de la República! He ahí por qué es tan difícil llegar al corazón del mapuche para rectificar sus sentimientos morales, siendo tan sencillo penetrar en su inteligencia para en- señarle la doctrina cristiana. IV REMEDIOS De lasucinta exposición de las causas que ex- plican la poligamia entre los araucanos, fluyen ló- gicamente los remedios de ella. Por lo pronto he- mos de prevenir que la mujer araucana es sus- ceptible de una educación moral superior, y de elevarse al concepto cristiano de su dignidad. Sir- va.como prueba el caso práctico acaecido en Bo- roa al P. Capuchino de aquella misión.

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