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avanzar a pasos gigantescos, porque el territorio de cada Misión es muy grande, el personal escaso y los Misioneros están detenidos, por el servicio de Colegios y cura de almas de chilenos no indíge- nas, en su actividad exterior, impedida además por la inclemencia del cielo. Pero algo se podría hacer teniendo los recursos para ello. Por eso rogamos a las personas que . quieran favorecernos, que se acuerden de la obra de los PP. Capuchinos, Misioneros entre los indí- genas de Chile, obra eminentemente cristiana, que al mismo tiempo redunda en beneficio de la Patria chilena, y que nosotros, aunque extranjeros, per- seguimos con “todo empeño, y a la cual dedicamos todas las fuerzas y los mejores años de nues- tra vida. ; Además, si las autoridades civiles ejercieran alguna presión, no en el sentido de una violenta supresión de los Billatunes, sino obligando a las comisiones de indígenas a que se presenten a re- cabar el permiso correspondiente, haciéndoles ver que el Gobierno mira con desagrado tale3 fiestas, y desea que desaparezcan, no estará muy lejos el día en que los Billatunes de los aboríge- nes chilenos pasen a la historia. He dicho. D. ga!

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