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e e LA A o, oportunamente las notas manuscritas de improvisación tan afortunada Luego tomó la palabra D. Darío Urzúa, quien, a sus mu- chos méritos como legista, profesor de la Universidad Ca- tólica y luchador incansable por Dios y por la Iglesia, añade este laudabilísimo de ser un apasionado por cuauto se refie- re a la evangelización de los mapuches, por los cuales ha abogado ante el Gobierno repetidas veces después de haber visitado personalmente muchas de las estaciones de Misión. Habló así: Excmo. Sr. NUNCIO APOSTÓLICO: SEÑORAS, SEÑORES: Hay un hecho universalmente reconocido que constituye, puede decirse, una demostración geo- gráfica de la verdad del Evangelio: tomad un mapamundi, y veréis que en todas partes los lin- deros del cristianismo son los linderos de la civi- lización. No es, pues, necesario ser católico para mirar con simpatía y admiración a las instituciones que tienen por fin la propagación de la fe: basta que- rer la felicidad y perfeccionamiento de la huma- nidad. Los católicos vemos en esas instituciones algo más que un fin puramente material: esas empre- sas admirables son inspiradas sobre todo por el pensamiento de establecer el reinado de Jesucris- to, y salvar almas. Desde este punto de vista po- demos afirmar, sin desconocer el mérito de las de-