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nos bávaros sacrifican hombres ilustres y verda- deros sabios y apóstoles de tesonera actividad y admirable organización, debida al ilustre P. Prefecto que hace veinte años dirigelos trabajos de todos. Fácil es comprender la necesidad del niño des- valido que llora aute nosotros o cuya madre implora un pedazo de pan oun vestido para abrigarlo; por eso las obras de beneficencia y de caridad cristiana tienen una vida exuberante, por lo ceneral, en esta hermosa tierra, tradicio nalmente generosa y hospitalaria. Pero sentir los gritos de auxilio de los pobres mapuches ha- bitadores de la parte austral de la República, que piden, no ya una limosna, sino libertad, instrucción, fe: que reclaman derechos inmemo- riales 4 sus.tierras; y entender lo que los misio- neros, sus únicos patrocinadores inmediatos, pi- den para ellos, es propio de almas más sensi. bles a lo heróico y a la belleza moral: que pres- tan los auxilios pedidos, seguras de no ser com- prendidas por el vulgo, ni compensadas aún con las miradas de agradecimiento de los favoreci- dos, Pero para quien busca a Dios en sus necio- nes y en sus sacrificios es un placer ser ignorado en una misión tan grande como continuar la evangelización de una raza grande y heróica digna de mejor suerte, Santiago, 15 de Octubre de 1922. P, I6xAcio DE PAMPLONA, O. M.C