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cular a todos sus miembros la forma en que deberíamos soleimnizar especialmente el Cente- nario, ya que «la Orden Capuchina está vin- culada ¡indisolublemente al apostolado de la predicación evangélica y al mantenimiento y di- fusión de nuestras misiones» (15 de Marzo de 1922). Debíamos pues celebrar con mayor entu- siasmo el acontecimiento católico que marca una fecha gloriosa de familia, ya que, en el mis- mo año, la sangre de nu stro santo hermano rubricó la Institución canónica que lo hubía en- viado. Mostraríamos asíal mundo la herencia detradiciones inspiradasen aquel hombre mara- villoso que vivió y murió abrasado en la sed de las almas y por el amor seráfico a N, S, Jesu- eristo: que se llumó así mismo «el heraldo del gran Rey»; y que, empujado por la sed del mar- tirio, predicó la fe en el campo de las Cruzadas, y tuvo la dicha de ver consagrada su Obra re ción fundada con la sangre de cinco de sus hi- jos, sacrificados en Marruecos por los secunces del Alcorán. Así el «Poverello» se sintió feliz y exclamó que ya tevía cinco verdaderos frailes menores, y nos legó su ejemplo como sello de familia. La Congregación de Propaganda Fi- de.—La Bula «Inescrutabili» del Papa Grego- rio XV promulgada el día 6 de Enero de 1622 dió existencia a la Institución de Propaganda precedida de un acertado ensayo hecho en la lla- mada «Casa de Misiones de Thenón», por el