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-20- en el nuevo templo para satisfacer la devoción de los fieles. Hagamos notar aquí que el PADRE ÜLEGARIO tenía un alma de esteta y que, habi endo hecho de Venezuela su segunda patria, se complacía en exaltar los talentos de nuestros conciudadanos. Por esto quiso que en La Pastora la decoración se debiese á manos venezolanas y que las obras maestras de nuestros artistas tuviesen allí un puésto distinguido. A su inspiración y estímulos se debe el gran cuadro del Purgatorio, máximo esfuerzo del genio de Cristóbal Rojas, que puso el sello de la inmortalidad al nombre de su autor· y ~! se esmeró también en que Caracas poseyer~ un~artista que supiese arrancar al órgano esas grandiosas melodías cuyo secreto solamente los geniales iniciados son capaces de descubrir. La nueva iglesia de La Pastora fue elevada á la categoría de parroquial, y el PADRE ÜLEGARIO desempeñó en los últimos años de su vida los oficios de Cura con celo verdaderamente juvenil. VI El elogio del PADRE ÜLEGARIO es preciso ha– cerlo diciendo que él fue un perfecto modelo de austeridad sacerdotal y que en su persona res– plandecieron todas las cualidades que enaltecer deben al verdadero eclesiástico. Su amor por el bien era ardiente, su celo por las almas inmensurable é ilustrado, su caridad para con los pobres desconocía la limitación, su