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—) telada, y la adornan con las alhajas del mismo rey, 4 fin de que sea este recibido con dignidad. Y en verdad, lo que vemos que hacen los reyes de la tier- ra, lo cumpliré de una manera infinitamente mas dig- na, mas sublime y mas abundante nuestro criador, sicreemos firmemente que nada podemos hacer sin su gracia en 6rden 4 nuestra santificacion, y se la pe- dimos con fe y humildad: berg? el que nos crié para que fuésemos habitacion de su gloria, mucho mejor nos adornar4 para que esta morada sea & de él, y al entrar en ella no encuentre nada que le desagrade. O Jesus mio, de cuantos hombres hay en el mundo no encuentro uno que sea mas indigno de | vuestras bondades que yo, pues ninguno os ha sido mas ingrato: nore desde que tuve la felicidad de conoceros como el autor de mi existencia debia ha- beros amado con ardor: y jay de mi! No lo he hecho asi, Dios mio; dadme, Setlor vuestra gracia, y ya que me criastes por vos, y para vos, quiero amaros sin cesar, y vivir siempre sediento de yuestro amor. PUNTO SEGUNDO. _ Asi como el Hijo de Dios nos sacé dela nada y nos adorné con los dones de naturaleza y de cia, asi tambien es él quien conserva nuestra vida, tanto corporal como espiritual: y si por un solo mo- mento alzase su mano conservadora, no solo moriria- mos en el acto mismo, sino que volverfamos 4 la nada de donde habiamos salido. La creacion por consi- guiente, no es tan solo aquel acto de la bondad divi- ha con que empezamos 4 existir, sino una continua- ¢ion nunca interrumpida del mismo acto, que siendo