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DESPUES DE LA COMUNION,. Por medio de la Eucaristia alcanzamos la misericordia divina. Todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, yo lo haré. Joan, c. 14. v. 13. PUNTO PRIMERO. Fué tan grande la miseria 4 que quedé reducido el hombre por el pecado original, que no pudo ya ni aun tener un pensamiento, que fuese acepto 4 los ojos divinos, y en eSta impotencia habria quedado ra siempre, si Dios no hubiera decretado prevenir- 0, y ayudarlo misericordiosamente con su gracia; porque jam4s la naturaleza humana ha sido suficien- te 4 tener ni un pensamiento meritorio de vida eter- na con sus propias fuerzas, viniendo esta suficiencia & cada uno de los hombres de la bondad de Dios. Pero habiendo perdido el derecho 4 los auxilios o+ brenaturales por la apostasia de nuestro primer pa- dre, no siendo ya para nuestro criador objetos de amor sino de ira, de venganza, de pena y de infierno eterno, ;quién podria por lo tanto dar dignamente ee al Sefior, que se digné curar la llaga mortal e nuestra naturaleza, devolver 4 nuestras almas la vida, y darnos de nuevo la gracia, para que lo am4- semos en la tierra y lo gozdésemos en el cielo? Es por cierto inefable esta bondad de Dios: pero aun lo es mas el modo con que quiso darnos de nuevo su — r
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