BCCPAM000342-8-20000000000000
on ED tae : nos: hé aqui el Cordero de Dios que quita los pecados del mundo. jOh, qué consuelo tan indecible fortifica mi cora- zon, cuando pienso en esta dignacion de Jesucristo! Echo una mirada 4 mis dias pasados y los veo todos contaminados con mis innumerables culpas: miro en derredor de mi, y no veo sino peligros inminentes de perder la gracia divina: y triste y lloroso por mis crimenes pasados, temiendo los lazos que me tiende el enemigo, y temblando por mi porvenir, no hallo alivio en mis penas, sino es yendo 4 la presencia de esta victima santa, que puede salvar perpétuamente d los que por ella se acercan 4 Dios. 1 Acudamos pues 4 la Eucaristia llenos de fems dispuestos & cor- responder & los llamamientos de Dios, y sentiremos enténces los efectos saludables del sacrificio de la cruz. O Jesus, yo sé bien que si hubiese correspon- dido 4 las gracias sin nfimero que me habeis dispen- sado en la sagrada mesa, habria aprovechado en gran manera en el camino del cielo. Mas vos, Sefior que me habeis dado gracia para conocer mis delitos, me la concedereis tambien para llorarlos, para abrasar- me todo en vuestro amor y para morir en vuestro ésculo santo. Asi sea. 3 Hebr. cap. 7. v. 25. Be a a aM A alan
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz