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DIA V. ANTES DE LA COMUNION. Jesucristo es nuestra reconciliacion y propiciacion en la Eucaristia. ¥ seré propicio 4 todas sus maldades. Jerem. cap. 23, v. 8. PUNTO PRIMERO. Es tan grande la malicia de un solo pecado mor- tal, y se ace 4 la santidad infinita de Dios una injuria tan desmedida cuando se comete, que todas las criaturas juntas no tienen bastante virtud para dar una satisfaccion 4 la justicia divina proporciona- da 4 la ofensa: porque esta es infinita por razon del ser infinito, contra quien conspira el pecador cuando desprecia sus preceptos, siendo por consiguiente in- finita la pena que este merece. ;Cémo podria pues, la criatura débil y limitada en todos sus actos pre- sentar obras meritorias al Dios ofendido, cuando sin su gracia no puede hacer ni aun la mas minima que lo sea, y cuando no podia esperar que se le diese aquella por haber despreciado y conculcado la prime- ra que Dios le concedié gratuitamente? ;Ah! Una vez hollada con alevosia la misericordia divina, podia Dios haber dejado al pecador en su impotencia na-