BCCPAM000342-8-20000000000000

aT aan dispensé al enviar 4 su Hijo para que nos ayudase oe gracia, nos acompafiase en todo acto Grete. tud, y nos dirigiese siempre que nos postramos ante ~ su Padre agradecerle sus favores. El mismo Je- sus hos asegura que sin sus auxilios nada podemos hacer, 1 y asi es: porque él es quien da fuerza 4 nuestra debilidad, sostiene nuestra fragilidad, releva nuestra miseria y da mérito 4 nuestras oraciones, y recibiéndolas en sus manos, las presenta 4 su Padre, pues es nuestro Pontifice tomado de la humanidad y constituido para que interceda por los hombres, y para qué en cuantas cosas pertenecen 4 Dios, sea él quien las santifique y las ofrezca, a, esté entre el cielo y la tierra 4 fin de que por medio de él tengan aquellos entrada al Padre. Y jquién no vé 4 este Pontifice eterno siempre presente en la Eucaristia, ofreciéndose alli como victima sagrada que podemos ‘presentar al Sefior, y como sacerdote que ruega sin cesar por nosotros y nos bendice? Seguramente sin la pee, te Jesus en el sacramento del altar, mil veces se hubiera extinguido en los hombres aquel fuego de amor divino, que él mismo vino 4 arrojar en la tierra, y que queria la abrasase toda. s jQué grato y aceptable es 4 los ojos divinos este acto perenne de accion de gracias con que Jesucristo bendice y alaba 4 su Padre en la Eucaristia! Qué aceptables son tambien en su presencia los actos de adoraciony reconocimiento, en los cuales unidos 4 Jesucristo creemos y protestamos que todo don per- fecto desciende del Padre de las lumbres! « Qué gracias tan fecundas nos da este, cuando confesamos * Joan. cap. 15. v. 5,—? Ephes. cap. 2. y. 18.—* Luc. cap. 12. v. 49.—4 Jacob. cap. 1. v. 17 Lonel ea ALS. J Bah Ng ii de is bs

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz