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oe — os a sina DESPUES DE LA COMUNION. Sobre la victima sagrada de la Eucaristia. Holocdustos por el pecado no te agra- daron y enténces dige: héme aqut que vengo. (Hebr. cap. 10. v. 6. 7.) PUNTO PRIMERO. Todo Pontifice, dice el apdstol, estd constituido pa- ra ofrecer dones y sacrificios, por lo cual es necesario que tenga tambien algo que ofrecer: | y esta ofrenda no puede ser él mismo, pues no tiene derecho sobre su propia vida, viéndose por lo tanto precisado 4 tomarla de los objetos exteriores, atendido que Dios ha sujetado todas las cosas de la tierra al dominio del hombre. Mas jqué valor tienen en la presencia del Sefior todas las cosas materiales y sensibles para moverlo por medio de su oblacion 4 mirar al que las ofrece con ojos de misericordia? Hizo Dios al hom- bre 4 su imagen y semejanza, déndole una alma espiritual, y sin embargo todas las naciones son en su presencia como si ethan; él las considera co- mo nada, y como cosa vana. $ 8 objetos puramente animales 6 materiales, cuando el hombre mismo no es sino como un arista, que los vientos arrebatan y aniquilan, comparado con su criador? Y siendo esto asi, y siendo tambien necesa- rio que se ofreciese una victima y se derramase su 1 Hobr. cap. 8. v. 3.—4 Psalm. 8. v. 8.—® Isai. cap. 40. v. 17. ué valdrian pues los”

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