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ministerio, ora por si mismo, ora por medio de aque- llos 4 quienes se dignaba dar participacion en esta dispensacion de su bondad infinita. ' Siendo eterno el sacerdocio de Jesucristo, existe en él la plenitud infinita de esta dignidad unida 4 la inmutabilidad esencial 4 la naturaleza divina; y por lo mismo el honor sacerdotal de los ministros de la | nueva ley, y las gracias necesarias ejercer dig- diindite bo Bde descienden de é1 Saas de la lente | y origen, no dependiendo de aquellos el valor del sa- cio que ofrecen, porque es inmortal el sumo sa- | cerdote: y no solos ellos sino él tambien con ellos | ofrece el mismo sacrificio, y aplaca incesantemente . con sus méritos infinitos la indignacion de su eterno Padre. ;Cudl no ha de ser nuestra fé cuando asisti- mos 4 los misterios sagrados que cada dia se celebran en los altares? Ofreciése Jesucristo una sola vez para borrar los pecados de todos, * viviendo para siempre tiene un sacerdocio sempiterno: * y cada vez que sus ministros renuevan de una manera incruenta el sacri- ficio de la cruz, él extiende sus manos en la presen- cia de su Padre, y le enseiia las cicatrices gloriosas de las llagas que recibié por nosotros, ‘supllededole, que acepte el sacrificio que le ofrecen sus ministros, como si el mismo renoydéra el que le ofrecié en el Calvario. % jO qué dicha tan grande cabe 4 las almas que vi- ven en el seno de la santa Iglesia! Cada uno de los. fieles debe unir sus deseos 4 los que tenia el sacerdo- te eterno, cuando oraba 4 su Pa e por sus discipu- losy.diciéndole que se ofrecia por ellos en sacrificio 3 tria. Sess. 22. de Sacrif. Mis. C. 1—? Heb. cap. 9. v. Ca 5 Thid. cap. 7. v. 24.

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