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a TN — 330 — lo ahuyenten las turbulencias de los pecadores, 6 la inconstancia de los corazones, 6 el desprecio y la transgresion de sus leyes, 6 los sacrilegios de los ma- los cristianos, 6 las blasfemias de los impios. ;O ver- dadera suavidad, paciencia y mansedumbre de Jesus! Quiere él recrear con su merpe y sangre 4 los que ereen en él, y engendrar en ellos la vidaeterna, dén- doles esta refeccion, y nada lo separara de su lado, aunque algunos se levanten 4 las claras contra él co- mo los judios, y otros le hagan traiciones ocultas co- mo Judas, y otros anden frios en su amor. Entre tan- to, 61 muestra 4 todos su corazon herido de amor, para que los adyersarios se conviertan, los amigos, que estén languidos en su seryicio, se inflamen, y los que arden en las llamas de la caridad, se purifiquen mas y mas, y se abrasen totalmente en ellas sus co- razones. Piensa, por tanto, que Jesucristo en la Eucaristia es no solo el autor y consumador de tu fe, sino el modelo completisimo de constancia, 4 quien has de mirar para imitarlo en el amor que debes tener 4 Dios. Hasta hoy has sido inconstante en el servicio divino, y has claudicado por ambos lados, siendo unos dias de Dios, y otros del mundo. ;Ah! Habiendo di- cho Jesucristo que quien persevere hasta el fin, serd sulvo, | teme que no te sorprenda la muerte, cuando estés sirviendo al mundo. Si no quieres que te suce- da esta desgracia, pon cada.dia tu vista en Jesucris- to, y prometiéndole corresponder sin cesar 4 su amor, di con el apdstol: una cosa sola pretendo: que olvidan- do lo que queda atras, y extendiéndome 4 lo que estd 1 Math. cap. 10, v. 22. Nice aia a $255 Se ’ i Al i i it at dla