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a RF wee de Dios, 1 y llevan una vida de disipacion, inutili- zando de este modo los inefables resultados del te- soro divino, que reciben dentro de si mismos. Tema- mos por lo mismo, que 4 pesar de tantos talentos como nos d& Dios en la comunion, no nos hallemos al fin de nuestra vida pobres, desnudos y desprovis- tos de buenas obras, pues en ese caso seremos arro- jados en las tinieblas exteriores por 6rden del mismo, que era aqui nuestra riqueza, y nos colmaria de glo- ria en su propio gozo, si nos aprovechfésemos ahora de los talentos y riquezas inestimables que nos da. ¢ O Jesus mio, vuestro es este dom, pues de vos nos viene todo bien; y si en mi se encuentra algo bueno, es tambien un don vuestro, y solo son mios propios mis delitos. 3 Perdonad, 6 Dios mio, mis pecados y au- mentad vuestras misericordias, para que aprenda 4 guardar las riquezas de vuestro amor. MAXIMA | El precio para comprar la vida eterna son los mé- ritos de Jesucristo: pero si no unimos4 ellos nuestra cooperacion, haciendo buenas obras, 4 pesar de su valor infinito de nada nos valdran 4 nosotros. 1 Rom. cap. 8. v. 7.—? Math. cap. 26. v.30.—* S. Aug. Solilog. C. 18.