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* — 316 — posiciones del cielo, asi tambien sufren con pacien- cia las injurias que los hombres les hagan, y hacen todas sus obras con mansedumbre, sin que los ator- menten los trabajos de la vida, ni los perturben las desgracias del tiempo. Y ;por qué? “Porque son hu- ‘‘mildes y mansos, que ceden 4 los insultos, y no re- “sisten al mal, mas procuran vencerlo con el bien.: ” Todas las virtudes, que Jesucristo nos enseiié con sus palabras, las confirmé con sus ejemplos: pero de ninguna nos los dié tan solemnes y ptblicos, co- mo de la humildad y mansedumbre: pues cuando le maldectan, no maldecia, padeciendo, no, amenazaba: mas se entregaba d aquel que lo juzgaba injustamen- te.t Mas, si para reconciliarnos con Dios y dérsenos or modelo 5 mansedumbre y ivinithdn’, quiso su ijo padecer en la naturaleza humana fatiga, ham- bre, sed, y otros, trabajos, y sufrir de sus enemigos persecuciones, burlas y denuestos, y de los verdugos azotes, espinas y muerte cruel, j;quién no se pasma al contemplarlo con los ojos de la fe en la Eucaristia lleno de la misma mansedumbre, y uniendo la gloria de la inmortalidad que posée, 4 la humillacion que se renueva misticamente, y conservéndose manso y silencioso entre mil humillaciones, 4 que le condena la pervicacia de los hombres? Es cierto que no faltan entre éstos quienes estén abrasados en amor del Se- fior, y darian su vida por él: pero, como el néimero de los necios es mee? 3 son tambien innumerables los hombres que desprecian 4 Jesueristo, y se burlan de él. Y entre tanto ;qué hace el Sefior? ;O Dios de bondad! Est&é hecho como hombre que no oye, * no 1 Div. Aug. in cap. 5. Math.—* 1. Petr. 2. v. 23.—3 Eccle: cap. 1. v. 15.~--4 Psalm. 37. v. 15. So areas