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— 295 — * al mismo Padre porque los conserve en su amor, ex- plica los efectos de esta union diciendo: yo en ellos, y tai en mi, para que sean consumados en wna cosa ' ‘O amor! ;O caridad! No se satisfizo Jesus con ha- berse hecho hombre, con haber sido azotado, y cru- cificado, sino que quiso darse 4 cada uno en la En- earistia, para demostrarnos, que es tanto el amor que nos tiene, que solo con esta union podia contentarse, y para convencernos que hubiera padecido por uno solo lo que sufrié por todos. Por eso se nos dé no so- lamente con la fé y la caridad, sino incorpordndose con nosotros en realidad, quedando él en nosotros y nosotros en él, como el mismo lo afirma cuando dice & sus apdéstoles: el mundo ya no me ve, mas vosotros me veis: porque yo vivo, y vosotros vivireis: en aquel dia conoceres que yo estoy en mi Padre, vosotros en mi, y yo en vosotros. * Piensa, alma cristiana, cual seré el amor que Je- sucristo te tiene, cuando equivale al que tiene 4 to- das las almas juntas: si quieres saber hasta donde lle- ga este amor, no tienes mas que contemplar 4 Jesus en la Eucaristia, rong asi como se ha quedado con- tigo en ella hasta el fin del mundo por salvarte, asi se hubiera quedado en la cruz padeciendo por tu amor, si hubiese sido necesario para redimirte. ;Ah cudn elocuentes son las voces que salen de este sa- cramento! Jesucristo llama 4 todos sin execepcion, diciendo: venid d mi ewantos estais trabajados y carga- dos: » es decir, venid 4 mi todos los hombres, porque todos sois fragiles, mortales, que llevais mi gra- cia en vasos de barro: venid, pues sin mi nada 1 Joan. cap. 17. v. 23.—* Joan. cap. 14. vs. 19 y 20.—® Mat. cap. 11. v. 28. 19 Ba dal eRa i ak Tal
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