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— 286 — hallan unidos 4 la divinidad en estado inmortal y glorioso. Y del mismo modo, este Hijo de Dios esta glorioso y visible en el cielo, y glorioso € invisible en la Eucaristia, y aunque ni lo yeas ni lo toques, es el mismo que dié su vida en la cruz. ;Oh cudntos perienion de omnipotencia y de amor encierra la ucaristia! Jamas el entendimiento criado podr& comprender estas maravillas: pero jamés debiera tampoco olvidar- se de que Dios las hizo en fuerza del amor infinito ue nos tuvo, y de que las renueva cada dia en fuerza el mismo amor. Porque el mismo que se hizo pér- vulo en la encarnacion, siendo inmenso, se hace in- visible en la Eucaristia, no obstante que esté senta- do en cuerpo y alma 4 la diestra de su Padre en los cielos. Mas contemplemos la inmutabilidad de la ca- ridad divina: pues asi como el Hijo de Dios bajé 4 nuestra pequeiiez para ensalzarnos, y se hizo hom- bre para hacer 4 los hombres dioses, ! asi ahora est& invisible entre nosotros para que nos acerquemos 4 é] sin temdr, y lo tratemos con familiaridad, y nos una- mos 4 él con intimidad. ;Cémo el gusano de la tierra se atreveria 4 llegarse al que habita wna luz inaccesi- ble, d quien ningun hombre ha visto, ni puede ver? + 4Cémo el que es polvo y ceniza, hablaria amistosa- mente con el que hace temblar al mundo con solo mirarle? ;O caridad inefable! ;O amor infinito, que no se acuerda de sus excelencias, y las encubre para ineorporarse con el objeto amado! ;O sabiduria eter- na, que en fuerza del amor se derramé casi, para enriquecer 4 los hombres! 4 Div. Thom. in opuse. cap. 17.— ? Tim. cap. 6. v. 16.