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59 tes con el confesor. A Dios no le agrada la promesa infiel é imprudente ; mucho mejor es nu hacer votos, que hacerlos y despues no cumplirlos. Asi lo dice el Espíritu Santo (1). Tambien debe consultarse «con Dios «no solo en la elecciona de estado, sino ademas en los distintos giros que forman la suerte Ó fortuna del hombre en la sociedad: estos suelen tomar— se inconsideramente sin mirar á Dios, con el ob- jeto solo de proporcionarse un acomodo ventajoso 6 de mas honor en lo sucesivo. Tales son los que por miras puramente terrenas se hacen abo- gados, escribanos, mercaderes, sé alistan por +Í mismos en el servicio de las armas, Ó abrazan cualquiera otro empleo arriesgado, Ó que ofrecen peligros como son los referidos y otros semejan- tes. ¿Estrañaremos tantos dosórdenes y pecados, cuando no hay cosa mas comun qne aspirar á semejantes empleos sin atender á la salvacion?