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56 cuando los parientes y amigos lo a3bandonen, y cuando tenga que comparecer solo delante de aquel severísimo Juez, á quien no se le puede sorpren- der con dádivas, ni doblegar con lágrimas ni rue- gos, y que no tiene aceptacion de personas. Mas nose sigue por eso quese halla de abrazar pre- cisamente el estado mas santo como lo es el re- ligivso, porque aunque es mas perfecto en sí, no lo es respecto de las personas cuando Dios mo las llama: algunos por esta razon viven con mas perfeccion en el estado del matrimonio, que otros en los claustros, sino que se ha de elegir »aquel que Dios, en vísta de*las consideraciones espresadas les inspire. Mientras no se delibera conviene frecuentar mucho los Santos Sacramentos, y no dejar de clamar al Señor con: Salomon, (1) «Envia, Dios mio, la luz y el conocimiento de tú voluntad, de tus santos cielos, y del solio de tu grandeza, para que esté conmígo, y conmigo trabaje á fin de que yo conozca lo que mas te agrada.» Mas para evitar todo peligro de error en co- sa ton importante (porque con frecuencia sole= mos tegarnos en las cosas en que hallamos un (1) Sap. 9. 10.