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43 se siguen de oir la palabra de Dios, siendo uno de los mas señalados el ser clara prueba de estar pre- destinado para la gloria. El oir la palabra de Dios, oyéndola leer en libros santos, produce los mismos e- fectos que oyéndola predicar. Arroje lejos de“si todos aquellos libros que no tienen mas objeto que el entretenimiento y la de version del que lee, y tambien los que, proponién- dose instruir en la moral 4 la juventud, bajo este pretesto desarrollan las pasiones, especialmen- te la del amor. $ 11. Sermones, ejercicios espirituales congregaciones é indulgencias. El que es de Dios oye su divina palabra , la recoje en su corazon, y procura aprovecharse de ella. Este es uno de los: grandes recursos que Dios franquea á las almas, ya para sacarles de sus pecados, y ya para afianzarlas en la virtud. Por tanto, el que se ha convertido á Dios sea muy solícito en oir los sermones que se predican en su pueblo con aquella atencion, con aquel res. peto, con aquella deyocion como si estuviese oyen-

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