BCCPAM000327-3-35p2d000000000

38 momento un acto de contricion; entre para esto en lo interior de su espíritu de donde ha salido ya su Dios, y con él su gracia y sus dones. Fi- gúrese que este Señor le dice al tiempo. de au- sentarse: «A Dios, hijo mio; ¿por qué me arro- jas de 11? que te he hecho yo para que hagas esto conmigo?» Retfrese prontamente á un sitio apartado y escondido, adonde nadie lo "pueda ver, póstrese 4 los pies de Jesucristo; y si puede ser a- brásese con una imágen suya, y dígale entre lá- grimas y gemidos: Aguarda, Señor, un poco; no me dejes todavia... que ya vuelvo á tus brazos ar- repentido. ¡O qué ingrato soy! ¡Qué monstruo! ¡Qué pérfidol ¿Como he tenido valor para ofender así 4 mi Dios... mi Padre... mi Bienhechor..mi todo? Perdóname, Jesus mio, perdóname por quien eres infinitamente tierno, dulce y composivo, que yo te seré fiel en otra ocasion. Te doy palabra firme de no volver mas á caer ayudado de tu gracia poderosa.» Tranquilícese, huya de aquello que le hizo caer, y váyoseá confesar lo mas pronto que pueda. 0v8-

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz