BCCPAM000327-3-35p2d000000000
17 Para amar esa hermosa hija de la caridad de Dios, es preciso levantar el velo que cubre su belleza, y considerar con respeto sus atavios, y la her- mosa proporcion de todas sus partes. El que no quiere tomarse este trabajo, va porque inclinado hácia la, tierra se persuade que no hay mas dicha ni felicidad que lo que el ojo vé, el oido Oye y la mano palpa Ó ya porque teme que la Juz que despida le ha de ser molesta, no puede menos que miraría cen desprecio, y tal vez aborrecerle. Esta es la causa del abismo de desórdenes á que he:zos venido á parar en estos dias desgraciados. Nuestra infeliz patria está como viuda y descon- solada porque sus hijos, que antes formaban su gloria y su consuelo, se han rebelado contra los principios sólidos y úvicos de su prosperidad.Ca. lamidades atroces se suceden unas a otras. Del pantano cenagoso que forman la ideas corrom- pidas que ha producido la ignorancia de este si- glo ilustrado , suben hácia el cielo las miasmas que han obscurecido nuestro horizonte. En este estado no podemos esperar otra cosa que true- nos y rayos asoladores. No, no seremos felices por mas que calculemos. Nuestra dicha ha de ve- nir de la observancia de la religion: de otra ma- nera no haremos mas que arrastrar la insufrible 2
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz