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151 tres... El abogado... El médico... El alcalde... El militar... El sacerdote... Todos estos deben examinar sus deberes, para ver en que han fal- tado, Por último, me acuso de cuanto he ofen- dido á Dios por omision y comision, obras, pa- labras y pensamientos. Es imposible formar un plan de pecados tan cabal que no falte ninguno, este no es mas que un bosquejo, que no circula precisamente por el órden de los Mandamientos, sino por el de pen- somieatos, palabras y .obras, como mas fácil y mas acomodadoá- ciertas clases de personas, que no reparan en los pecados interiores , ó del es- piritu. Lo que falte puede suplirlo el pruden- te confesor. Hecho ya el examen es menester prepararse á confesar con actos de dolor y sentimiento de haber ofeadido 4 Dios, segun se ha dicho arri- ba sobre el modo de recibir debidamente :el Sa- cramento de la Penitencia, y para mayor faci- lidad pondré los modelos ú oraciones siguientés. ORACION IMITANDO Á LA MAGDALENA EN SU ARREPENTIMIENTO . ¡Ay de mi, infeliz! ¿qué es lo que yo he he-