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esta diligencia entrela bulla de la familia, nise va 6:1a plaza ni se contenta con pasar ligeramente la memo- ria sobre el cargo y la data; sino se para muy de- tenidamente, y recuerda hasta el menor mara- vedí que ha gastado. ¿Y porqué es esto? Por- que sabe muy bien que si se le olvida alguna partida tendrá que satisfacerla de sus propios iulere- ses, y no sufre la prudencia esponerse áeste que- branto por pereza ó negligencia. Pues esta pru- dencia misma que usamos respecto de los intereses de la tierra, es menester que la pongamos respecto delos negocios de nuestra alma. ¿Como es posible dar bien unas cuentas, sin haberlas ecsaminado antes? Pues mas imposible es hacer una buena confesión, sin haber hecho antes el debido ecsamen. Para esto relirarse alguoas horas en distintos dias á sitios apartados como lo haria en el caso de tener que dar unas cuentes. Persígnese, haga un acto de contricion con el fervor posible, pídale á Dios por la intercesion de Moria Santísima luz y gra- cia pare conocer y dolerse bien de todos sus pe- cados. Para ayudar á la memoria se pondrá des- pues una breve fórmula. Cnando llegue el caso de confesar tenga pre— sente las siguientes circunstancias para no espo- nerse á, hacer un sacrilegio. Sea su confesion, en