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135 nitencia, la conversion serja, y otros muchos bie- nes, como lo hizo con Acab. (1). La contricion puede verificarse con un solo sus- piro sin espresar palabra alguna: puede tam- bien manifestarse un dolor grande con muy po- cas palabras, David no dijo mas que Pequé con- tra el Señor, y en seguida oyó esta respuesta: Tam- bien el Señor hu perdonado tu pecado. Sin em- bargo abajo daremos unos modelos sencillos y afec- tuosos para que sirvan al pecador arrepentido. La Contricion incluye precisamente el propó- sito de la enmienda. El que presumiese conti- nuar en una vida criminal y relajada, confiado en la facilidad de arrepentirse y confesar, se bur- laria de Dios, y en cierto modo le insultaria. Porque á la verdad ¿Con qué cara se atreverá á Megar al trono de la divina wisericordia el que se vale de ella para ofenderlo? No os engañeis á vosotros mismos, decia san Pablo á los de Ga- lacia (2), Dios no puede ser burlado. La Atricion no justifica sin el sacramento de la Penitencia. Nospodemos escitará este dolor con- (1) 3. Reg. 21. (2)-A los de Galac. e. 6 Y 7

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