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ADT Pero hay de nosotros si Y rehusáremos el Jleyar nuestra cruz con el Señor, 0 no muriéremos de modo, que no tenga en nos- otros parte la segunda muerte, que es la eterna. No hay medio, si hemos de resuci- tar con Cristo para la gloria es del todo necesario que con el mismo padezcamos, y vivamos espiritualmente muertos á la culpa; pues segun la doctrina del apóstol, nos de- bemos manejar como muertos para el peca- do, y vivos solamente para Dios en Jesu- Cristo. FRUTO. Demos al Señor las gracias, que por me- dio de nuestro amabilísimo Redentor nos ha dado una victoria tan completa de la muer- te; y puesto que nuestros delitos quedaron muertos, y sepultados en nuestro bautismo ya para laculpa, sí solo para aquel que por nosotros lNevó la cruz, murió eu ella y des- pues sesuciló para salvarnos. Corramos por último en seguimiento suyo con la debida