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corderos. Para vengarse de cierta ofensa recibida de los filisteos, recogió trescientas Zorras, atólas apa readas rabo con rabo,y de las entrelazadas colas colgí leña encendida, y, soltándolas así en medio de sus cam. pos, logró incendiar sus mieses. Los filisteos fueron ¿ quejarse de este desafuero á la tribu de Judá, y como ellos eran entonces los dominadores del país fácilmente consiguieron que se les entregara, mania- tado,Sansón. El corazón rebosando alegría, y lanzan: do de los pechos un clamoreo ensordecedor, corrían ya para apoderarse de su esforzado enemigo, cuan do, rompiendo Sansón súbitamente las cuerdas qu le sujetaban, y apoderándose allí mismo de una quija da fresca de asno, se lanzó sobre sus enemigos dejando á más de mil tendidos en el suelo. El luga de esta hazaña se llamó Campo de la quijada, á Caus de su configuración. Sintiéndose Sansón abrasa de sed con el cansancio experimentado en lucha ta sangrienta clamó á Dios en estos términos : «¡Oh mí Dios, que otorgaste la victoria á tu siervo ! Líbram de la angustia en que me encuentro, muriéndomed sed y en peligro inminente de caer en las manos esos incircuncisos. » Para apagar la sed del fatigadi atleta, el Señor abrió una fuente en el valle de Le (Quijada), donde tuvo lugar la hazaña, y, bebiendi de ella, recobró Sansón las fuerzas. Otro día, advertidos los filisteos de que el temk ble Sansón se hallaba dentro de Gaza, pusieron Cen tinelas en la puerta de la ciudad y estuvieron el acecho toda la noche, esperando á que, venidak mañana, saliera de la población, para matarlo ; per Sansón, burlando su vigilancia, levantóse á medi noche, sacó de sus quicios las puertas de la ciudad y cargándolas á sus espaldas á vista del espantade centinela, las llevó á la cima de la montaña vecini Losfilisteos trabajaronlo indecible para averia

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