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e A ( Al poco tiempo murió Aarón, y le sucedió en el Sumo Sacerdocio su hijo Eleazar. 53. La serpiente de bronce. ' i | ¿do 1 Para llegar á la tierra de promisión los israelitas tuvieron que dar un gran rodeo, á fin de evitar un encuentro con los idumeos, descendientes de Esaú, con los cuales no debían batirse, conforme á la prohi- bición del Señor. Pero esta medida desagradó tanto al La serpiente de bronce. pucblo, que, sublevándose contra Moisés, exclamaba enfurecido : «¡Qu* empeño tienes en hacernos morir en el desierto ! ¿No ves que falta pan, no hay agua, y este manjar insustancial nos provoca ya á nauseas?» Irritado el Señor por las intemperancias de su pue- blo, envióle una plaga de serpientes, cuyas mordedu- ras quemaban como fuego y producían la muerte en- tre agudísimos dolores. Escarmentado Israel con este castigo, humillóse ante Dios, é imploró su misericor-

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