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AA A ' Sa Un suceso lamentable turbó ese día el gozo de la casa de Aarón. Nadab y Abiú, dos hijos suyos, fue- ron abrasados por la llama prodigiosa, lanzada por el Señor, porque pusieron en los incensarios fuego profano en lugar del sagrado, que permanecía cons- tantemente encendido en el altar. 46. Festividades. Además de la de todos los sábados, los israelitas celebraban anualmente estas cuatro principales fes- tividades : La de la Pascua, en memoria de la salida de Egipto. Debían comer carne de un cordero asado, y durante siete días se alimentaban de pan sin leva- dura. 2%, La de Pentecostés, á los cincuenta días des- pués de la Pascua, para recordar la promulgación de la ley sobre el monte Horeb. En esta fiesta debían ofrecer á Dios las primicias de las cosechas. 32. La de los Tabernáculos, en memoria de la permanencia en el desierto. Durante siete días esta- ban obligados los israelitasá vivir en cabañas hechas con ramas de árboles. 42. La fiesta de las Expiaciones. En este día de penitencia general, el Sumo Sacerdote ofrecía un no- villo por sus pecados propios y un macho cabrío por los del pueblo, y entrando en el Sancta Sanctorum, incensaba el Arca de la Alianza y la rociaba con san- gre. 47. Los Israelitas abandonan el desierto de Sinaí. Por fin, la resplandeciente nube que rodeaba el Arca, elevóse majestuosa para indicar el camino á los hijos de Israel. Al son de las trompetas sagradas abandonaron el monte Horeb, precedidos de las tri- bus de Judá, Isacar y Zabulón, y con un continoente > A pe AA A A ro — a e . > pel Í o