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soy el hermano á quien vendisteis ; pero no temáis; Dios permitió para vuestro bien que yo viniese á esta tierra. Id, pues, ahora á nuestro padre y decidle que venga á vivir á Egipto, cuyo gobierno me ha José se da á conocer á sus hermanos. sido encomendado, y donde, gracias á mis cuidados, hay abundantes provisiones para los cinco años de esterilidad que todavía quedan. » Y besando tierna- mente á Benjamín y á cada uno de sus hermanos los despidió para Canaán. José se portó al principio ásperamente con sus hermanos, no movido por espíritu de venganza, sino para obligarles al arrepentimiento de la inicua acción que contra su persona ha- bían cometido años anteriores. ¡Cuán amable se hace un joven, cuando, á imitación de José, perdona los agravios y paga con beneficios las injurias de sus compañeros ! 30. Jacob marcha á Egipto. Colmados de regalos, provistos de víveres abun- dantes y el corazón rebosando de gozo, partieron los hijos de Jacob para Canaán, y dijeron á su padre: Tu hijo José vive y es gobernador de todo el Egipto. »

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