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mes $ Esaú, el primogénito, era rubio y velloso y muy afi-f mM cionado á la caza ; Jacob se dedicó á apacentar ove-$ Ml jas. Cierto día, al volver Esaú de la caza rendido de $ A cansancio y acosado por el hambre, vió á su hermanda Jacob que acababa de preparar un plato de lente-$ ' jas, y le dijo: «Dame ese plato: que estoy suma-f mente débil. » Jacob le contest: « Concédeme en cam- $ bio los derechos de primogénito. » « Yo me siento mo- 4 rir, replicó Esaú, ¿y de qué me servirá ser primogéni- £ + to ? » Por lo que se los cedió. Y después de haber co- £ mido y bebido, marchóse ; dándosele muy poco ha-f ber vendido su primogenitura. : “e e o ce ll ¿Qué otra cosa hace el pecador sino imitar al imprudente ] é inmortificado Esaú, cuando por un vil placer sacrifica sus / derechos á la celestial herencia ? 4 En otra ocasión, estando Isaac ya medio ciego p y muy al cabo, dijo á Esaú : « Hijo mío, como ves, * ' estoy haciéndome muy viejo, y se terminan ya los días* E de mi vida ; toma, pues, tu aljaba y tu arco, vé al campo á cazar, y, si al gomatares, guísamelo á mi gus- to, como otras veces, porque yo coma, y te bendiga Mo mi alma antes de mi muerte. » Oyó Rebeca estos ra- zonamientos, y hablando aparte con Jacob, persua- * dióle á fingirse de Esaú para lograr la bendición de ARA TAN ¡ su padre. En seguida guisó dos cabritos, como sabía * A que gustaba á su marido, y vistió á Jacob con los más * i ricos vestidos de Esaú, cubriendo cuidadosamente h con la piel de cabrito las manos y el cuello de Jacob; ' el cual, disfrazado de este modo, ofreció el guisado á su anciano padre. « Quién eres, hijo mío ? » le pre- guntó Isaac. Jacob respondió : « Yo soy tu primogé- nito Esaú. » « ¿Pues cómo has podido hallar tan pron- to lo que te pedí ? » añadió Isaac. Y Jacob : « Dispuso ' el Señor que luego se me pusiese delante lo que yo deseaba. » « Acércate, hijo mío, prosiguió Isaac ; quie- ro palparte para asegurarme si eres ó no mi hijo E-* rl in 1 A A AA