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229 - Q) No bien acababa de decirlo, llegó al pozo Rebeca, doncella hermosísima y tan modesta como hermosa, quien, después de llenar de agua su cántaro, lo cargó sobre el hombro, disponiéndose para llevarlo á casa. Viendo Eliezer que la joven se marchaba, corrió hacia ella y pidióle de beber. Rebeca acercó el cán- taro á los labios del mayordomo, mientras le decía : Bebe, señor mío; después beberán también tus ca- mellos. »« ¿De quién eres hija ? » le preguntó Eliezer. Ella respondi) : «De Batuel hijo de Nacor; hay en mi casa henoy paja abundante para tus camellos, y lugar cómodo para hospedarte. » El mayordomo le regaló algunos pendientes y brazaletes de oro, ale- grándose muy mucho de saber que era nieta de Nacor, hermano de Abraham. El padre y el hermano de Rebeca convidaron á comer al mayordomo; pero no quiso éste probar bocado, si primero no otorgaban la mano de Rebeca al hijo de Abraha 7: único asunto que allí le había traído. Batuel y Labán, padre y hermano de la don- cella, dijeron á Eliezer: «Ahí tienes á Rebeca; ya que lo ha dispuesto el Señor, convenimos gustosos en que sea esposa de Isaac. » Eliezer regaló á la jo- ven muchas alhajas de oro y plata y vestidos muy preciosos, ofreciendo también presentes á su madre y hermanos ; y lleno de satisfacción por el buen re- sultado de sus negociaciones, acompañ > á Rebeca á casa de su amo en Canaán, donde la virtuosa don- cella contrajo matrimonio con Isaac. Abraham murió á la edad de 175 años, y fuí sepultado en la cueva doble en frente de Mambre. 18. Esaú y Jacob. Esaú y Jacob eran dos mellizos, hijos de Isaac y Rebeca, que á fuerza de plegarias los obtuvieron del Señor, después de veinte años de matrimonio 2 4005
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