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— 284 los magistrados y los efectos de su odio contra el 1 nombre cristiano. ' Víctimas de esta persecución fueron : los papas Esteban y Sixto II, Rufina y Segunda, Dionisio, obispo de París, Fructuoso, obispo de Tarragona, Cipriano, obispo de Cartago, las vírgenes Donatila, Máxima y Segunda, con otros innumerables. En esta misma persecución pereció también gloriosamente el español Lorenzo, diácono de Roma. lo Quejábase amargamente el diácono de no acompañar qe al martirio á su venerable pontífice Sixto 11; pero no tardaron mucho tiempo en realizarse sus deseos, | 1 conforme al vaticinio de su obispo, porque tres días después de la muerte de Sixto II fué llevado Lorenzo al tribunal del prefecto de Roma, que le habló de : esta manera : « Asegúranme que vuestra Iglesia es $ muy rica y posee gran número de vasijas de oro y pla- ta, aparte de otros muchos tesoros ; entrégamelos ; el YI emperador los necesita.» Lorenzo le aseguró que l esas riquezas las había ya distribuido entre los pobres; i por lo que, fuera de sí de ira, ordenó el tirano que los verdugos azotaran á Lorenzo sin piedad, y cuando su cuerpo no era sino pura llaga, mandó que le tendiesen 1 en unas parrillas y le asasen vivo. Durante este ho- ] rrible suplicio quedó absorto el santo mártir en al- | tí.ima oración, y como no saliese de su boca la menor queja, hubiérase creído que era insensible al dolor, asado un rato, dijo tranquilamente al prefecto: « Ya estoy bastante asado de este lado: vuélveme Ñ del otro, y come, si quieres. » Poco después expiró, ) rogando por la conversión de Roma y dejando su fortaleza admirados á los paganos. 13. Noyena persecución, bajo Aureliano. (Año 274.) Aureliano fué muy afortunado en sus empresas

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