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En este sitio perecieron 1.100.000 judíos, que sumados á las víctimas ocasionadas por la guerra hacían un total de 1.337.490 muertos, además de unos 97.000 que fueron llevados cautivos, vendidos como esclavos y dispersos por el imperio. « No creo, exclama Josefo, que desde la creación del mundo se haya visto padecer tanto á pueblo alguno. » 3, Causas que motivaron las persecuciones contra los cristianos. Las leyes romanas, según declara Cicerón, prohibían terminantemente toda religión extraña al Estado. Los cristianos practicaban una religión no solamente nueva, sino hasta opuesta á la permitida en el im- perio de los Césares. Los usos y costumbres del pueblo romano repugnaban á la pureza y austeridad de las costumbres cristianas; los cristianos debían abste- nerse de ofrecer sacrificios á los dioses por la salud de la república y la de los emperadores ; no podían asistir á los juegos y danzas tan del agrado del pue- blo romano, ni debían prestar culto,ó adoración,á las estatuas de los emperadores. Y así, por irreprochable que fuera la conducta de los cristianos, y por muy correctos que éstos se condujeran con el pueblo y con los emperadores, no habían de evitar los odios de los paganos, los. cuales los consideraban como enemigos de los dioses y de la república. Si á esto se añaden el odio sistemático de algunos magistrados á los cristianos ; las envidias de los sa- cerdotes paganos al ver disminuir el número de los asistentes á sus sacrificios, á medida que se propagaba el cristianismo ; el odio de los comerciantes en ídolos y objetos sagrados, cuya- venta decrecía, á medida que menguaba el número de los adoradores de los dioses; y, finalmente, las muchas é infames calumnias divulgadas contra los cristianos, se conocerán las