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y adecuado. No había sin embargo en el ameno jar- dín quien se pareciese á Adam y pudiera hacerle com- pañía. Dijo, pues. el Señor: No es bueno que esté el hombre solo ; démosle una compañera: Entonces le infundió un profundo sueño ó arrobamiento, y mien- tras estaba dormido, quitóle una de sus costillas, y de ella formó la mujer, y el vacío que resultó en el cuerpo de Adam, lo llenó de carne. Adam puso á la mujer por nombre Eva, que quie- re decir Madre de todos los vivientes. Ambos eran fe- licísimos en el paraíso, gozaban de santidad y justi- cia originales, amaban á Dios entrañablemente, y Dios los trataba á la manera que el más amante de los padres trata á sus hijos. 5. Pecado de Adam y Eva. El Señor había dicho á Adam : «Come, si quie- res, del fruto de todos los árboles del Paraíso; pero no comas del fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal, porque el día en que de él comieres, morirás infaliblemente. » Envidioso Satanás de la felicidad de Adam y Eva,tomó la forma de serpiente, y, enros- cándose en un árbol, esperó que se acercara la mujer, para preguntarle maliciosamente : « ¿Por qué os ha mandado Dios que no comáis de todos los árboles del Paraíso ? » La mujer respondió : «Comemos, es ver- dad, de los frutos de los árboles que hay en el Paraíso; pero del que hay en medio del Paraíso, nos ha manda- do Dios que no comamos, ni lo toquemos ; no sea que muramos. » «No moriréis en manera alguna, repuso Satanás: bien sabe el Señor que, el día en que de él co- miereis, se abrirán vuestros ojos y seréis como dio- ses, conocedores del bien y del mal. » Detúvose Eva á mirar el árbol con gran curio- sidad, y con cuanta mayor avidez contemplaba sus Írutos, más hermosos y sabrosos le parecían, hasta
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