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00 —= rido, vendó sus heridas, bañólas con aceite y vino, y, subiéndole en su cabalgadura, le condujo á un me: són, donde le cuidó con gran solicitud. Al día siguien. te dió al mesonero dos denarios de plata para que Parábola del compasivo Samaritano. cuidase del herido, prometiendo abonafle á su vuelta cuantos gastos le ocasionara su asistencia. » Después de referir esta parábola, Jesús aconsejó al doctor que imitara al misericordioso Samaritano. PARÁBOLA DEL SEMBRADOR. — Cierto labrador esparció la semilla en el camino; mas vinieron los pájaros y se la comieron. Sembró luego en terreno pedregoso, donde prendió, sí, la semilla, pero al poco tiempo se secó por falta de humedad. Finalmente, sem- bró entre espinas y en tierra abonada ; por más que creció la primera, no pudo desarrollarse mucho, por- que las espinas se lo estorbaban ; esta última, por el contrario, creció y se desarrolló admirablemente y produjo cosechas de treinta, sesenta y hasta ciento por uno. »

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