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a SS posterio á la de los astros, ni anterior á la del cielo y de la tierra. Acaso estén comprendidos en aquellas palabras : « En el principio creó Dios el cielo y la tie rra. » Como si dijera : Creó el cielo y todo cuanto en el cielo habita. Eran los Angeles sobremanera hermosos, y go- zan de inteligencia y voluntad poderosísimas, porque son espíritus puros. Habiéndose Luzbel, 6 Príncipe de la luz, ensoberbecido en extremo de su hermosura y sabiduría, se rebeló contra Dios, y arrastró en su re- Combate entre los ángeles. belión á gran parte de los Angeles. Hubo entonces un gran combate en el cielo : los Angeles buenos pe- learon contra los malos, y en la tremenda lucha sa- lieron vencedores los Angeles buenos, capitaneados por su generalísimo San Miguel. Desde entonces Luzbel, convertido ya en Satanás y príncipe de las tinieblas, aborrece á Dios y sus obras; en cambio San Miguel, fiel servidor de Dios, cuida de que sus obras sean conservadas y sus órdenes cumplidas. Por eso los ángeles malos, ó demo- nios, no cesan de tentar al hombre para que se rebele contra

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