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de E de propósito se ponen á orar de pie en las sinagogas y en los sitios más públicos, para que las gentes los vean; entrad vosotros en el aposento de vuestros corazones y, cerrando la puerta, orad en secreto al Padre celestial, que os escuchará y premiará. En la oración debéis evitar toda afectación y palabrería; no ha menester vuestro Padre de retóricas, pues antes de pedírselo, ya sabe él lo que habéis menester. » INSTRUCCIONES DE JESÚS Á LOS APÓSTOLES.—Ha- biendo Jesús convocado á los doce apóstoles, dióles ciertas instrucciones acerca de la conducta que debían observar al anunciar el evangelio á las gentes. « Id, de- cía, y predicad, que se acerca ya el reino de los cielos: y en prueba de vuestra doctrina sanad enfermos, re- sucitad muertos, limpiad leprosos, lanzad demonios, dad graciosamente lo que graciosamente habéis re- cibido. » Cuando entréis en una casa, sea vuestra salu- tación : «La paz sea en esta casa. » Mirad que os en- vío como ovejas en medio de lobos; por tanto, ha- béis de ser prudentes como la serpiente, y sencillos como la paloma. Por mi causa seréis conducidos ante los gobernadores y los reyes; el hermano entregará á su hermano á la muerte, el padre al hijo, y los hijos, á su vez, se alzarán contra sus padres para matarlos; todos, en fin, vendréis á ser odiados por causa de mi nombre. » No es el discípulo m's que su maestro ; basta al discípulo que se le trate como á su maestro, y al cria- do como á su amo. Si al padre de familia le han lla- mado Belcebú, ¿con cuánta más razón no injuria- rán á sus familiares ? No temáis á los que matan el cuerpo y no pueden matar el alma ; temed sí al que puede arrojar el alma y el cuerpo en el infierno. » A quien me reconociere y confesare delante de

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