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— 158 — cados. » Con estas palabras quedó José completa. mente tranquilizado, y recibió á su esposa con afabi. lidad. 3. María en casa de Isabel. En aquellos días partió María para las montañas de Judea, y entrando en casa de Zacarías, saludó afectuosamente á su prima Isabel. Oída la saluta- ción de María, el niño que Isabel tenía en sus entra. ñas, comenzó á dar saltos de alegría, y llena súbita María visita á su prima Isabel. mente Isabel del Espíritu Santo, exclamó: «¡Bendita eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre |! ¿De dónde me viene á mí la dicha de visi: tarme la madre de mi Dios ? » María dijo : « Mi alma glorifica al Señor, y mi espíritu está trasportado de gozo en Dios, mi salvador. Porque puso él los ojos en la humildad de su esclava, todas las generaciones me llamarán bienaventurada. » Detúvose María unos tres meses en casa de su prima, y después regresóá Nazaret.