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E E tr A O ataques de los sirios, y los otros tres lanzaban desde los aires innumerables flechas y rayos sobre los ene. migos. Tal estrago causaron en el ejército contrario, que los muertos sumaron 20,000 infantes y 600 ji. netes. En la batalla de Betsura perdió heroicamente la vida su hermano Eleazar. Había éste distinguido en las filas del ejército sirio un elefante ataviado más ricamente que los otros, y creyendo que iría en su cas- tillo el rey Ant oco, arremetió con furia contra los enemigos, y logró llegarse hasta la bestia, á la que con repetidos y fuertes golpes dió tan pronta muerte, que, no teniendo tiempo Eleazar para evadirse, murió aplastado por el animal. 112. Judas pide oraciones por los difuntos. — Su muerte, Favorecido Judas con el auxilio de Dios, ven- ció aún en varias batallas á los enemigos de Israel. En una de ellas habían sido muertos bastantes ju- díos, y cuando, al día siguiente, fueron Judas y sus sol- dados á darles sepultura, hallaron ocultos entre las ropas de los cadáveres algunos objetos pertenecientes á los ídolos. Por donde comprendieron que Dios ha- bía permitido su muerte por haber infringido la ley que prohibía á los hebreos apropiarse tales prendas. Postrados de hinojos, suplicaron al Señor que se apis- dara de los culpables y les perdonara- su pecado. Al propio tiempo Judas remitió á Jerusalén 12.000 drac- mas de plata, producto de una colecta, para que € ofrecieran sacrificios expiatorios en sufragio de las almas de los que sucumbieron en la batalla, pues «santo y saludable es rogar por los difuntos para que sean absueltos de sus pecados. » Para arrojar de una vez del suelo patrio á los sirios y defenderse mejor de sus invasiones, concluyó un tratado de alianza con los romanos ; mas antes que

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