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E 12 — nestaciones del Gran Pontífice Zacarías, hijo de Joya. da, le condenó á morir apedreado. El osado Ocías se atrevió á usurpar las funciones del sacerdocio; y habiéndose, á este fin, presentado en el templo para ofrecer incienso al Señor, le dijeron los sacerdotes : « Advierte, oh príncipe, que no es de tu incumbencia quemar incienso en el altar de Dios, Irritado el rey, amenazó á los sacerdotes con el in- censario que tenía en la mano; pero de repente cu- brió el Señor su cuerpo de repugnante lepra, de la que no se libró hasta su muerte. 89. El rey Ezequías. Ezequías fué el más piadoso de los reyes de Judá, Destruyó todos los ídolos del reino, abrió al culto el templo de Jerusalén, cerrado por su padre Acaz, y celebró solemnemente la Pascua, dada al olvido hacía mucho tiempo. Senaquerib, rey de Asiria, al frente de un ejército formidable puso sitio á Jerusa- lén. No descuidó Ezequías los preparativos necesa: rios para poner á la ciudad suficientemente defendida y pertrechada ; pero confiando más en el auxilio de Dios que en las máquinas de guerra, entró á orar en el templo, y envió sacerdotes al profeta Isaías para que intercediese al Señor por el reino. Su piedad fué recompensada ; porque bajando el ángel del Señor al campamento de Senaquerib, mató en una sola no- che 185.000 asirios. | Poco tiempo después, habiendo caído Ezequías: gravemente enfermo, dijole el profeta Isaías : « Prín- cipe, arregla los asuntos de tu casa, porque presto vas á morir. » Tan grande impresión hicieron en el ánimo del rey estas palabras, que, volviendo su rostro! hacia la pared, oró al Señor entre sollozos y lágri- mas : « Acuérdate, Dios mío, de cómo he guardado siempre tus mandamientos y obré conforme á tu

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